Si eres como yo, que se convierte en una abeja feliz cuando vez una flor hermosa, debes seguir leyendo. Y es que los ramos de novia y centros de mesa para tu boda deben tener toda tu atención.
Se trata de vestir el espacio con tus flores preferidas. Puedes hasta elegir el tono de acuerdo a la paleta de colores que predomine en tu día. Al menos yo, partiendo de las rosas (que me enloquecen) visualicé el resto del montaje.
Habla con tu florista para que tenga muy claro cómo será el clima el día de tu boda. Pregúntale por las flores de temporada. Te saldrán mucho más baratas. Y por favor, ¡no olvides el botonier!
Toma en cuenta, además, que los centros de mesa deben ser vistosos y espectaculares, pero no estorbosos. Si los invitados, para platicar entre sí en la mesa, tienen que esquivarlo, no es lo ideal.
Y prefieres los centros de mesa voluminosos, entonces cuélgalos. No robará el espacio de la cubertería ni interrumpirá la convivencia entre los tuyos.
¿Lista para escoger?